viernes, 4 de agosto de 2017

Y Cacho sigue tendiendo puentes...

Ayer tuve una experiencia digna de contar. 
A las 16:15, mientras despedía a los integrantes del grupo de biblia, me encontré en la puerta una pareja, con un acento extranjero. Cuando se presentan me dicen que venían de Austria y querían saber sobre el Padre Cacho. Los invité a pasar al templo y les mostré su tumba. Mientras quedaron rezando allí, corrí escaleras arriba a buscar un paquete de folletos con la vida de Cacho y otro de estampitas que les entregué para llevar a Austria.

Hablamos cerca de cuarenta minutos, más con ella, Claudia, que traducía a él, Pedro, y los invite a dar un paseo por el barrio. Estaban a pie y me contaron que habían perdido el equipaje en una escala. Sentí que tenia que alcanzarlos hasta el centro después de recorrer Marconi. 

En el camino Claudia me contó que habían llegado a Uruguay por turismo, y ella había investigado la existencia de santos uruguayos. Así dio con Cacho, que le llamó la atención por su vinculación con los salesianos. Ella colabora en varias obras de la Iglesia, integra la Legión de María, y había estado en otros países, de los que mencionó Tanzania. 

Al despedirme les di mi dirección de correo electrónico y me pidieron la bendición, que se las di por intercesión de Cacho. Quedaron muy agradecidos. 

Mientras volvía al barrio se mezclaba la alegría de practicar la gratuidad, y la lástima de no quedarme con sus contactos, ya que no los había querido invadir. Una vez en la parroquia encuentro un correo de ellos, titulado "milagro", donde dicen que después de esa oración apareció el equipaje, lo que en términos técnicos se designa como "gracia concedida" por intercesión de Cacho.

Pero lo que más me fascinó fue que aún 25 años después, Cacho sigue uniendo mundos tan distintos.

1 comentario:

  1. Hermoso mensaje!!gracias por compartirlo y para seguir aprendiendo la grandeza de la Fe que permite estos pequeños milagros cotidianos!!

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